El coffee break está muy bien. Pero no es lo mismo que el recreo. Por ese motivo, os proponemos aquí una serie de desafíos para las paredes de vuestra salita de café, para animar un miércoles cualquiera. Si tienen premio, la cosa se pondrá aun más interesante…

1. Lonchas humorísticas para bocadillos

Un clásico. Se exponen viñetas, fotografías o dibujos con “bocadillos”mudos. En una hoja adjunta deberán añadirse sugerencias sobre lo que dice cada personaje.

2. Completar el refrán

Se incluye el inicio de un refrán conocido (“A caballo regalado…”), y hay que darle un nuevo final (“no le quites el diente”; “a ver donde lo metes, que en el garaje no dejan”; “sácale unos rayos X, a ver si luego resulta que dentro está lleno de Troyanos armados hasta los dientes”).

Aquí tienes algunos clásicos del refranero para empezar:

  • No por antes madrugar…
  • En boca cerrada…
  • Zapatero a tus…
  • Quien mucho abarca…
  • De tal palo…

Si quieres más, habla con tu abuela.

3. Frases abiertas

Sencillo pero muy divertido: Debe completarse una frase del tipo…

  • “Sabes que estás estresado cuando…”
  • “El lunes es un día…”
  • “Odio cuando…”
  • “El café de la máquina debería usarse para…”

4. Nombres para el nene

Si alguien en la oficina va a ser papá y tiene un apellido curioso que pueda dar juego, se abre la veda para sugerir nombres.

Esto es lo que hicieron en una empresa de ingeniería: el padre se apellidaba “Roe”, y en seguida se llenó la lista: “Zor Roe, Fidel Cast Roe, Kilimanja Roe,…”

5. Gominolas

Se coloca un tarro enorme de gominolas (o chicles, chupa-chups, mini-chocolatinas…), junto a una hoja en blanco. El que quiera participar trata de adivinar cuantas hay. Quien más se acerque, se lleva el tarro entero.

6. El objeto insólito

Se cuelga la foto de un objeto extraño. El desafío consiste en proponer un nombre para el objeto, y explicar para qué sirve. Por ejemplo, este innovador Sopranator 2000, que al colocarse alrededor del cuello permite convertir a cualquiera en cantante de ópera en pocos minutos…

7. Diccionario inventado

Propones una palabra que no existe, y cada participante debe buscarle una definición:

  • Paquitermo
  • Talafón
  • Grupestaquio
  • Viruleta

8. Quién te ha visto y quién te ve

Se trata de un rompehielos clásico que ha tenido éxito en decenas de organizaciones, y que permite a todo un equipo de imponentes profesionales descubrir cómo eran mucho antes de ponerse su primera corbata o falda. Éstas son las instrucciones:

  1. Se pide a los miembros de un departamento (o de toda la plantilla si no es muy numerosa) que traigan a la oficina fotos de cuando aún no habían cumplido un año. 
  2. Se colocan todas en la sala de café, sin desvelar las identidades de cada bebé. 
  3. También pueden añadirse datos o anécdotas interesantes (¡con tal de que no revelen demasiado!): Conocido como “el mofletes”, aficionada a los enchufes, se divertía pintando las paredes con los contenidos de sus pañales, etc. 
  4. Se convoca un concurso para descubrir a la persona adulta que se esconde detrás de cada tierna imagen. Pueden otorgarse puntos por adivinar el mayor número de identidades y por cada persona que no adivine la propia. 
  5. El ganador o ganadora recibe un premio: el “pañal de oro”, el “trofeo chupete”, una colección de música de su año de nacimiento…. También pueden darse premios al bebé más mono, al más travieso, al que aparece (en la foto) en el lugar más extraño… 
  6. Cuando visite la oficina una persona de fuera, puede hacerse la broma: “¿Quieres ver una foto de nuestro director desnudo?”. 

9. Siglas locas

Se propone una palabra que deberá desglosarse como si de siglas se tratara. Si la palabra original es un concepto más o menos estresante, mejor. Por ejemplo COCHE = «Cacharro Orrible Con Humo Espantoso»).

  • Wifi
  • Lunes
  • Dieta
  • Prisas

10. Polaroid

Prepara un corcho vacío y varias cámaras Polaroid, con un desafío fotográfico que deberá realizarse durante la semana:

  • Escenas de Star Wars
  • Síntomas de estrés
  • Tango
  • Monstruos de la oficina

11. Ideas infinitas

Dijimos que eran diez ideas. Pero seguro que se te ocurren más. Y si no, puedes proponer en la propia sala de café un nuevo desafío: ¡una tormenta de ideas para dar con otros diez desafíos!


Adaptado de nuestro libro Alta diversión: los beneficios del humor en el trabajo.


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