Existe una muy antigua y extendida creencia de que la risa y el humor son "sanas", y cada vez existen más asociaciones y publicaciones sobre el humor terapéutico, además de payasos de hospital y escuelas de "risoterapia" (Vease la bibliografía y enlaces sobre estos temas).
En realidad, hay que decir que de momento, las pruebas empíricas que tenemos a favor de esta tesis no son tan claras como suele suponerse, al menos en cuanto a la salud física. No se ha demostrado aún que las personas con mejor sentido del humor tengan menos enfermedades o sean más longevas, y aunque ciertos experimentos han arrojado evidencias de efectos positivos del disfrute del humor sobre el sistema inmunológico, cardiovascular, etc, otros tantos estudios no encontraron efecto alguno o incluso encontraron efectos negativos. Es posible, sin embargo, que en un futuro próximo obtengamos pruebas más claras en este sentido, similares a las que ya existen en relacion a otras emociones y actitudes positivas como el optimismo.
Lo que sí está más claro es la capacidad del humor para reducir el estrés, considerado el segundo problema de salud en Europa después del tabaco, y este beneficio tiene una evidente aplicación al mundo del trabajo. Numerosos estudios han demostrado, una y otra vez, que disfrutar de un vídeo cómico o un juego divertido inhibe el estrés, y por lo tanto podemos hablar de un efecto potencial indirecto sobre la salud, dada la notoria relación entre el estrés y un sinfín de enfermedades y condiciones: migrañas, enfermedades cutáneas, hipertensión arterial, depresión, problemas de corazón, cáncer, úlceras de estómago, alopecia, reumatismos, anorexia, bulimia y diarreas.
También existen buenas pruebas de los beneficios del humor para la salud mental. A corto plazo, la risa y el humor reducen las emociones negativas y aumentan el bienestar subjetivo. Y más a largo plazo existe una asociación estadística entre el sentido del humor (o más bien, los estilos de humor positivos y no los agresivos o los auto-destructivos) con diversos indicadores de salud mental: mayor autoestima y bienestar psicológico, menor depresión y ansiedad. Incluso se ha demostrado que el humor estimula capacidades cognitivas asociadas a la creatividad y el aprendizaje [1].
En definitiva, podemos afirmar que el humor reduce el estrés, potencia la salud y las capacidades mentales y al menos indirectamente puede influir positivamente sobre la salud física a largo plazo.
[1] Martin, Rod. The psychology of humor. NY: Academic Press, 2006.