El humor es un motivador natural, gracias a tres de sus características más importantes:
En primer lugar, la risa es una de las experiencias más placenteras de la vida. El doctor Allen Reiss y su equipo de investigadores de la Universidad de Stanford han comprobado que el disfrute del humor estimula el sistema de recompensas mesolímbico dopaminérgico y están asociados a la dopamina, una "droga" natural que nos obsequia con placer al obtener un bien preciado o deseado [1].
Se sabe, por ejemplo, que este sistema se activa cuando una persona obtiene una ganancia inesperada de dinero o cuando observa un rostro atractivo. Por lo tanto, si una empresa logra crear un ambiente de trabajo lleno de risa y de buen humor, sus empleados se sentirán más motivados para levantarse cada mañana, incorporarse a su puesto laboral y contribuir al esfuerzo colectivo.
En segundo lugar, los psicólogos han constatado que un buen sentido del humor es uno de los recursos más poderosos para afrontar y superar los fracasos, el caos y el desastre, situaciones imprevisibles que pueden en cualquier momento derribar la moral de toda una empresa. [2]
Finalmente, el humor tiene un gran poder para unir a las personas y conseguir la cohesión de un grupo. Un departamento, una oficina o una empresa entera que comparte la risa y desarrolla un código humorístico común será un grupo unido y por lo tanto más eficaz. [3]
Hay que matizar, sin embargo, que el poder motivacional del humor tiene sus límites. En algunos estudios, se ha comprobado que si la persona no entiende la finalidad de la tarea, un estado de ánimo positivo puede reducir su motivación para completarla. Hay que tener en cuenta este dato a la hora de distribuir esfuerzos en una organización.[4]
[1] Mobbs, D., Greicius, M. D., Abdel-Azim, E., Menon, V, & Reiss, A. L. (2003). Humor modulates the mesolimbic reward centers. Neuron, 40, 1041-1048.
[2] Ver, por ejemplo, Ritz, Sandra E. "El Humor del Superviviente: El Papel del Humor al Enfrentarse las Personas con los Desastres" en El Humor y el Bienestar en las Intervenciones Clínicas, Waleed Salameh y William Fry, Desclee de Brouwer, 2004.
[3] Fine, Gary A. (1983) "Sociological Approaches to the Study of Humor", A Handbook of Humour Research, Vol. I, P.E. McGhee and J.H. Goldstein, eds., New York: Springer-Verlag.
[4] Isen, A.M., (2008) “Some ways in which positive affect influences decision making and problem solving.” En Lewis, M., Haviland-Jones, J., y Barrett, L.F. (eds.) Handbook of Emotions, 3ª Edición. (pgs. 548-573). NY: Guilford.