Te proponemos un test. Una prueba creativa.

Imagínate que te proporcionamos los siguientes materiales:

  • Una vela
  • Una caja de chinchetas
  • Unas cerillas

Activa ahora el temporizador de tu móvil: Tienes cinco minutos para clavar la vela a la pared de tal forma que al encenderla, no caiga cera al suelo.  Y no lo Googlees (¡que te conocemos!). A ver si se te ocurre cómo hacerlo. Cuando tengas la solución o suene la alarma del temporizador, sigue leyendo.

Ahora olvídate de la vela –por el momento

Porque vamos a hablar sobre la creatividad.

De la rueda, al imperdible, a la fregona, y a los smartphones, la innovación es sin duda uno de los grandes motores de la historia humana. Y en el mundo competitivo de la empresa, su importancia es vital. Hoy en día, en casi todos los sectores, seguir haciendo las cosas “como siempre” significa desaparecer del mapa, o al menos condenarse a un papel marginal en el mercado. Si Apple se conformara con fabricar los modelos de teléfono móvil de este año, y dejara de preparar novedades para el futuro próximo, la competencia en pocos años acabaría con ella. ¿Alguien se acuerda de Nokia?

Southwest: Empresa innovadora (y divertida)

En 1994, tres líneas aéreas importantes de Estados Unidos se confabularon para hundir a Southwest Airlines, una nueva empresa local que ofrecía precios más baratos.

Su estrategia fue excluirla del sistema electrónico de reservas de billetes, que suponía un 55% del negocio de Southwest. Para afrontar la crisis, un grupo de personas de distintos departamentos se reunieron (sin el conocimiento de la alta dirección), y tras un frenético brainstorming, parieron la idea de viajar “sin billete”. Parecía una locura. ¿Sin billete? ¿Solo con un número?

El sistema funcionó, ayudando a Southwest a ganar aun más clientes y ahorrar costes. De hecho, hoy en día se ha extendido tanto este concepto que ya nadie viaja con billete físico. Incluso la carta de embarque está desapareciendo, para volverse un código de barras en el móvil.

Citamos el ejemplo de Southwest porque no creemos que sea casualidad que esta empresa, generadora de numerosísimas innovaciones en su sector, sea también uno de los casos más célebres de una empresa divertida. En otras palabras, una empresa en la que no está mal visto decir tonterías, disparates, incluso locuras.

En el libro NUTS, se cuenta como desde sus inicios, el fundador Herb Kelleher fomentó la aplicación del sentido del humor en todos los ámbitos de la empresa. Tanto es así que el personal de Southwest tiene licencia hasta para bromear con los pasajeros (dentro del respeto, evidentemente), dando lugar a experiencias de vuelo tan peculiares como ésta:

Si has experimentado algo parecido en otras aerolíneas, puedes estar seguro de que se han inspirado en Southwest. Esta empresa se ha convertido en la primera aerolínea norteamericana en cuanto a pasajeros transportados. Y ahora todos la copian.

¿Y lo de la vela, qué?

 

No se nos había olvidado. En el dibujo que encontrarás un poco más abajo tienes la solución. Había que pensar en la caja de las chinchetas como uno de los elementos clave. Y según diversos estudios, en condiciones normales, sólo el 11-16% de los participantes dan con esta clave, y logran resolver el problema. Es una prueba creativa bien difícil.

¿Por qué te contamos esto? Porque en una famosa serie de estudios de la psicóloga Alice Isen, que incorporaban esta prueba, sucedió algo muy sorprendente. En una de las condiciones, se les proyectaba primero a algunos participantes un vídeo cómico de cinco minutos de duración, que les hacía reír. Era un video de tomas falsas de varios programas de televisión, lo que los Estadounidenses llaman «bloopers». Algo de este tipo:

Alice Isen encontró que tras ver este sencillo vídeo, el porcentaje de las personas que lograban clavar la vela en la pared se disparaba hasta un 58-75%. O sea, las probabilidades de resolver el problema ¡se multiplicaban por 4 o 5!

Es un dato realmente asombroso. De hecho, hay pocos experimentos en toda la literatura de la psicología en los que un estímulo tan aparentemente nimio provoque un efecto tan marcado. Y no sólo se ha ido confirmando el resultado en sucesivas replicaciones, y con otras pruebas de creatividad, sino que además Isen y otros investigadores han ido sumando más beneficios cognitivos y sociales de las emociones positivas:

  • mejoran la toma de decisiones
  • refuerzan la motivación
  • acercan a las personas
  • nos vuelven más generosos
  • incluso los médicos hacen mejores diagnosis médicas –¡recuérdalo en tu próxima visita al doctor!

En definitiva, cinco minutos de risa (leve) bastan para multiplicar tu creatividad por 4 o 5, y, en general, para encender tu cognición y tu cerebro social. Tenlo en cuenta para tus próximas reuniones de brainstorming. En Southwest Airlines, os aseguramos que lo tienen en cuenta. Tampoco es casualidad que Google, otra de las empresas más innovadoras del planeta, tenga unas oficinas que parecen parques de atracciones (pero que no deja de ser un lugar de trabajo bien serio, como podrás apreciar en este vídeo).

¿Qué dices? ¿Que no tenéis ni juguetes en vuestras salas de reuniones? Pero vamos, hombre… lo que hay que oír…


En nuestro siguiente post seguiremos hablando de la relación entre humor y creatividad. Si no te lo quieres perder (¡y no te lo quieres perder!), suscríbete a nuestra lista de correo.


 

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